Hemos hablado aquí desde hace tiempo de como las emociones, sentimientos y pasiones son los principales alimentos del aficionado que disfruta el fútbol. Las aficiones de los equipos tienden a generar rivalidades por diversos motivos, principalmente por la proximidad geográfica, por eso es casi ineludible que cuando una ciudad tiene dos equipos, estos suelen ser antagónicos, luchan por representar con orgullo a sus fans, pero a la vez por demostrar quien representa mejor a su área geográfica.
Las rivalidades deportivas permiten y han permitido que el fútbol se llene de esa magia y esa pasión que suele parecer adictiva: el nervio a perder con tu más acérrimo rival, la semana previa con revisiones estadísticas, tendencias, discusiones sobre como llegan los equipos, apuestas de cabellera, cenas y demás. Es una mezcla demasiado poderosa. Por eso, es importante conocer las esencias de cada afición, sus rituales, sus preferencias para poderles conocer, para poder vivir lo que sienten, y ofrecer servicios que satisfacen, alimentan y complementan su pasión: los Clásicos nos recuerdan esas primigenias bases.
¿Qué es un Clásico? Aprovechando la semana de Clásico Regiomontano, les dejo este video que refleja fielmente lo que es.