De regreso.
Las Olimpiadas 2008 en Beijing están despertando un cúmulo de pasiones deportivas en mucha gente a mi alrededor, obviamente tanbién en mi, y no dudo que en ustedes. Habrá quienes deportivamente no se sientan tra atraídos por los Juegos, sin embargo más de uno se habrá interesado en la Ceremonia de Inauguración, o en todos aquellos reportajes que relatan y descubren a la milenaria cultura china.
Es allá, del otro lado del mundo, donde el hombre demuestra que es un ser hecho para los retos, para superarse, para romper metas… para soñar, y es que todos los ganadores, los medallistas e incluso los vencidos han llegado a China guiados por sus sueños, sus deseos, su preparación y dedicación.
Es ahí donde las figuras de Michael Phelps, Usain Bolt o Yelena Isinbayeva se erigen como monumentos a la superación humana, desafiando récords añejos, haciendo historia y poniendo al límite el esfuerzo físico de nuestra especie.
En el caso mexicano, tenemos a Guillermo Pérez. Oro Olímpico. Medalla conseguida en base a más de 20 años de preparación, sacrificios, mentalidad, disciplina, cuando se tienen las condiciones y se trabaja adecuadamente los resultados no esperan. Por eso “Memo” es un caso excepcional en nuestro país, como lo fueron Soraya Jiménez, Ana Gabriela Guevara, Ernesto Canto, Raúl González, Joaquín Capilla y algunos más. Son los casos donde además de imponerse a rivales, deben imponerse a las adversidades a un país que deportivamente no tiene más tradición que el fútbol con más ilusiones que logros reales.
Es por eso, que allá en Beijing, Antonio Rosique se sublimó como comentarista deportivo al narrar intensamente la obtención de la medalla de Memo conjugada con lágrimas de emoción, gritos de alegría desbordada que pudimos oír a través de TV Azteca. Esa misma emoción la desbordaron sus rivales de Televisa, cuando Iridia Salazar y Jorge Pietrasanta gritaron el oro para México y “Pietra” tuvo a bien decir que “México se había convertido en un gran tatami”.
Por eso me gusta el deporte, es inesperado, pasional, pero sobre todo es un llamado a la superación, a vencer obstáculos, a seguir siempre a adelante, a saltar más alto, a ser más rápido, a ser más fuerte…
Foto | Getty Images / ESPN