“Nunca olvides que todo comenzó cuando dibujé un simple ratón.” Walt Disney
En los días más recientes, se ha cuestionado la capacidad de la Industria Mexicana del Fútbol para llenar de aficionados los escenarios deportivos, tanto en la liga como en el concepto “liguilla” o para los que no están familiarizados con el modelo mexicano, serían los “playoffs”.
Esta preocupación válida ha traído un sinfín de teorías y argumentos de diversas posiciones y no ha quedado claro si es un problemática social, económica o mercadológica aunque muchas corrientes nos perfilamos más a esto último.
Y es que tenemos la percepción de los clubes han hecho todo lo posible (hablando en general), por distanciarse del aficionado, que en términos de negocio, son tu cliente final. Es el aficionado quien puede ser el sustento de un club en base a la compra de boletos, abonos, merchandising alrededor de sus colores, pero si el Club se empeña en no comunicarse y hablar el mismo idioma que sus fanáticos, estará lejos de lograr esas conexiones que permitan a todos tener una relación de satisfacción. Como se dice ahora, una relación ganar-ganar.
La afición puede ser encontrada en diferentes lugares, el natural suele ser el estadio, pero ahí el aficionado ya está condicionado por diferentes aspectos: ya tiene un boleto, ya pagó un abono. Fuera del escenario deportivo, existen miles de aficionados que siguen el juego de otra forma. ¿Cómo acercarse a ellos? Hay una forma que está en boga, y que bien trabajada puede rebasar expectativas: las redes sociales.
Los clubes han iniciado la cruzada de “estar” en Twitter y Facebook como principales redes sociales y la mayoría dan muestra clara de no tener idea de cuál es el objeto de entrar y convertirse en “mainstream” en las conversaciones de una y otra red. La forma en que lo realizan parece no tener el tracking necesario para medir el impacto de las conversaciones y en muchos casos, solo ven estos lugares como fuentes para informar unidireccionalmente, en lugar de convertirlo en un punto de contacto o centro de atención a clientes como otras industrias lo están haciendo con éxito.
Esto no es gratuito. Si bien abrir una cuenta en Twitter o un Fan Page en Facebook no representa costo, convertirlo en un elemento profesional que esté alineado a las estrategias de Branding y Marketing de un Club si incluye una partida presupuestaria, puesto que se requiere de personal responsable de estas redes que no tienen horarios fijos como una oficina. Personal que sepa enfrentarse a un lugar donde se conversa lo positivo, lo negativo y donde el aficionado espera que el Club tenga una cara, imagen y pueda resolverles sus cuestionamientos de forma alineada a la imagen de la Institución.
El fan espera respuestas a sus preguntas, espera adicionales, exclusivas que no puedan llegar a otro lado si no es por medio de estos caminos, y hacer toda esa labor cuesta definitivamente. Por eso es que los clubes deben trabajar a conciencia su plan de redes sociales y activarlo efectivamente, con presupuestos claros y retornos de inversión todavía más claros y con metas previamente establecidas.
El fin de semana pasado, vi en la publicidad LED de Old Trafford (Manchester United) la leyenda que decía “Join United on Facebook”, hace semanas vi en el Estadio Morelos donde Monarcas Morelia disputa sus encuentros de local, se puede ver un anuncio con su Twitter, y me queda claro que empezamos a ver serios esfuerzos por llevar la marca de forma directa con el aficionado, por medio de una red social.
Ahí están los aficionados, agrupados por edad, gustos musicales, género, jugadores favoritos, lugar en el estadio, restaurante, e incluso otros gustos deportivos. Las redes sociales pueden ser un CRM gigantesco, si se le da el tracking necesario, con una segmentación clara y establecida que al final es ir a ofrecer lo que el aficionado realmente desea y espera del club.
Y en ese poder de información, en ese conocer a tu mercado, nos hará volver a replantear en los Clubes, lo básico de la mercadotecnia: Producto, Precio, Plaza y Promoción.
Recordemos, todo inició cuando se dibujó a un simple ratón. Quizás todo inicia, cuando empiezas a conversar con los fans.