El paso que han dado la familia Leaño y la UAG al transformar los 35 años de historia de los Tecos, es una apuesta con cierto nivel de riesgo, pero quizás en ciertos términos necesaria para refrescar tanto la imagen, como los ingresos de un club que muchos rumores lo colocaban al borde de la desaparición.
En términos teóricos, me parece que la apuesta es correcta. Es sabido por la industria del fútbol en México que el cuadro zapopano es de los que peores registros de entradas de aficionados registra, que sus ratings de televisión eran ampliamente superados en viernes por la noche por mucho comparándolo con Los Simpsons.
Si a eso se le suma que es un equipo de altibajos deportivos, poco atractivo para patrocinadores, pues el cambio parece el camino adecuado.
Tecos “regresa” a sus colores originales (tinto y amarillo), moderniza su escudo, agregando la “E” de Estudiantes, mantiene al tecolote como emblema/mascota y en esta modernización encontraron un aspecto más fresco, más juvenil como lucían las bufandas que mostraron en la presentación.
El responsable del proyecto será Juan José Frangie que se une a los Leaño en esta aventura que tiene como mira principal el captar una base de nuevos aficionados jóvenes, para poder garantizar sustento a futuro. Esto queda claro por el tipo de cambio que hicieron, y por el nuevo “mote” del equipo. Algo para que un número más grande de personas se aficionen.
Esta conclusión previa que hago, me lleva a otra: entrarán a disputar el mercado directamente con Atlas. Equipo que siempre se ha identificado con la juventud tapatía y de ahí con la de otras zonas del país que se sienten atraídos por la combinación cromática del negro y el rojo. Curiosamente, un color obscuro como el tinto es la base de este nuevo proyecto de los “Estudiantes”. Curiosamente también, Frangie estuvo algún tiempo relacionado con las Chivas donde fue Director General y también buscó arrendar al Atlas hasta que la directiva rojinegra no aceptó su propuesta.
Queda claro que la experiencia de Frangie y sus esfuerzos irán encaminados a posicionar esta nueva marca, manejando una evolución para tampoco “tirar a la basura” los 35 años de historia de un club como Tecos. El reto será que tanta consistencia, paciencia, planeación, dirección y estrategia tendrán que hacer para lograrlo.
Los primeros pasos han sido adecuados: la firma de Miguel Herrera por dos años más es un signo de la identidad que le quieren dar al equipo. Los equipos de “El Piojo” suelen ser combativos, arrojados, ofensivos, dinámicos, justamente valores que se aprecian mucho en la juventud y que de hacer la química necesaria darán los elementos suficientes para colocar al equipo en otro nivel superior al que anteriormente tenía.
El mercado del fútbol suele ser muy tradicionalista, y estos Estudiantes tendrán que hacer extremadamente bien su tarea para poderse graduar en el fútbol mexicano. Sin duda un buen caso de estudio.
Foto | Mexsport