Esto encuentro en El País. ¡Vaya Historia!
Cristian, un joven nigeriano de dieciocho años que resultó hace días arrestado por la policía italiana al haber entrado irregularmente en el país y dedicarse para sus subsistencia a la venta de “discos piratas”, ha visto cumplir su gran sueño al fichar por un equipo aficionado transalpino.
La historia de Cristian, que bien pudiera dar lugar a una serie televisiva o a un libro, es la de los muchos africanos que escapando de la pobreza de su país y se juegan la vida para intentar llegar a Europa en busca de un futuro mejor; el “viaje de la esperanza” que en la mayoría de las ocasiones se tiñe de dramatismo. Para su fortuna, Cristian parece tener un futuro más alentador.
Así, con dieciocho años y un pasado en la selección sub”21 de Nigeria, según se ha informado, llegó a Italia en busca de una oportunidad en un club, pero lo hizo de forma irregular, sin papeles oficiales (visados), sin los contactos necesarios y sin hablar italiano. Ante ello, tuvo que dedicarse a ser un “vu”cumpra””, como se denomina coloquialmente en Italia a cuantos “no comunitarios” (africanos o asiáticos) se dedican a la venta ambulante de productos “piratas”, preferentemente discos compactos.
Ejerciendo esta actividad ha sido detenido en la localidad de Sant”Agata (por la policía, a la que por medio de intérpretes dijo que llevaba varios días sin comer y explicó que llegó a Italia con el deseo de ser futbolista en este país ya que había militado en clubes de la Segunda división nigeriana y en la sub”21 de dicha nación. Ante ello, la policía le llevó al lugar de entrenamiento del Ferentino (Frosinone, centro del país), de la Serie D italiana de fútbol (categoría aficionada), donde fue sometido a una prueba. Y Cristian la pasó con creces, por lo que fue fichado por dicho club. “Cuando vimos la camioneta de la policía entrar en nuestro centro deportivo y que descendía de ella un coloso africano, de 1,92 metros, creímos que se trataba del jugador Stephan Makinwa (Lazio, nigeriano). El mismo físico y estructura muscular. Pensábamos que llegaba a visitarnos, pero nos sacaron del equívoco y nos explicaron el caso”, comenta Raffaele Andriola, ex-futbolista y actual dirigente del Ferentino, a medios locales.
Según Andriola, Cristian fue sometido inmediatamente a un prueba y “rápidamente se le ha fichado”. “Llegó con botas muy viejas, que llevaba como una reliquia en una bolsa, y con mucha, muchísima hambre. Desde hoy se entrenará junto al resto del equipo, a la espera del permiso de estancia en el país. Y en el próximo campeonato será ciertamente inscrito en nuestro plantel”, añadió Andriola. Cristian, al que el club ya ha encontrado alojamiento y le ha comprado ropa, pues no tenía apenas más que lo puesto, para su fortuna parece tener un presente y futuro más afortunado que el de muchos que como él realizan el “viaje de la esperanza”.
Siempre hay una historia para inspirarnos.
Vía | El País