Hemos estado inmersos en las últimas semanas en el proyecto de Buscando a los 11, que se trata básicamente de encontrar 11 jugadores en distintas plazas de la República Mexicana y que tengan la posibilidad de incorporarse a Alianza Unetefan de la Tercera División de México.
Hasta el día de hoy, llevamos dos plazas visitadas: Tampico, Tamaulipas y Torreón, Coahuila. La verdad es difícil hablar exactamente del proceso de selección y detección de talentos del fútbol: hay quienes lo traen a flor de piel, hay quienes lo traen más escondido, pero al final todo este proceso siempre genera dudas sobre la subjetividad con la que se hace una selección. Lo ideal siempre va a ser tener el tiempo suficiente al grupo con el que vas a buscar talento: algunos dias para que todos muestren su potencial, no lleguen nerviosos y también para medir y evaluar correctamente la técnica de los jugadores con una batería adecuada, y ni que decir de algún test físico.
En este tipo de visorias donde andamos viajando por todos lados, donde el tiempo es límite, y la cantidad de jugadores abunda, todo se reduce a que el jugador se muestre lo mejor posible con naturalidad y ver como se desempeña. Creo que es muy complicado, aunque a los buenos jugadores se les reconoce de inmediato, solo que todo lo que podríamos concluir como cuantitativo lo pasamos a un modo cualitativo, de gusto, de ojo, y es ahí donde entra todo el bagaje que el observador pueda tener.
En lo personal, me detengo a observar los movimientos de calentamiento, la técnica de carrera, buscando alguna señal de trabajo previo, de buena coordinación y luego ver los gestos técnicos, perfil. Me fijo mucho en que hacen los jugadores sin balón. En el fútbol se pasa uno mucho tiempo sin la pelota, y se debe saber jugar así. Muchos chicos creen que al entrar en poco contacto con el balón van a ser menos vistos, pero es casi tan importante saber que se hace con la pelota como cuando se está sin ella.
Los recorridos, el buscar ser una opción para recibir o apoyar al compañero, la comunicación con “desconocidos” al ser la primera vez que juegan juntos. Ahí se ven características importantes incluso a nivel de desarrollo y comportamiento. Obvio que no es definitivo. También otra parte es la disposición, hacer estas visorias puede implicar estar muchas horas esperando, jugando una y otra vez para poder quedar y lograr una meta intermedia, la disciplina y la perseverancia son puestas a prueba y también lo notamos.
Está también lo obvio: físico, estatura, edad, que no tiene caso ahondar, depende de factores sobre lo que estamos buscando, para cada posición y para complementar la base que se tiene. Sin duda, estamos con muchas expectativas altas, porque hemos visto jóvenes que tienen cualidades importantes.