Sudáfrica puede ser un país en vías de desarrollo y como sede del Mundial 2010 puede tener muchas carencias como las que se han estado reportando: inseguridad, problemas de tráfico, estadios con detalles pendientes, pero alegría y color no faltan.
Nos enteramos de todo esto mediante la enorme cobertura que la Copa está teniendo, y no es solo por TV Abierta que empieza a perder terreno ante las alternativas que la TV de paga empieza a ofrecer, si no que se enfrentan a un competidor en un terreno de juego que las grandes corporaciones no han sabido manejar: Internet.
Twitter y Facebook están siendo un vehículo ideal para llevar las cosas que no suceden “oficialmente” y hoy los aficionados pueden gozar de información de primera mano, sin censura, pero sobre todo retratando las realidades de quienes informan.
Tanta es la relevancia y repercusión de estas redes sociales que incluso algunos entrenadores mundialistas han impuesto reglas específicas para limitar su uso, como sucede con Javier Aguirre quien sugirió prudencia a los seleccionados mexicanos a la hora de usar sus cuentas, mientras que Vicente Del Bosque lo prohibió determinantemente con España. El caso uruguayo contrasta, no hay limitantes en ese sentido.
Así las cosas, nos estamos enfrentando con una nueva era de información en un juego cada vez más global y con reglas que no parecen del todo claras, pero que se tornan interesantes cuando los actores principales de la Industria Deportiva intervienen buscando acercarse al “consumidor final”: el aficionado, fan, hincha.
La FIFA, que mucho sabe de esto, ha puesto a disposición de los usuarios la máxima tecnología posible, a pesar de los problemas de conectividad a Internet que han reportado desde el país africano, incluso tiene una alianza con el gigante Google en diferentes rubros que abarcan desde mapas online hasta extensiones para el navegador Google Chrome. Sumemos a esto que el organismo rector del fútbol ha decidido apoyar a los aficionados ciegos o de visión reducida, con auriculares y aditamentos especiales en seis de los estadios mundialistas, obviamente todo bajo un acuerdo de patrocinio con la japonesa Sony.
El juego tecnológico y comercial de la Copa del Mundo inició tiempo atrás, pero su máxima expresión está llegando, hay una guerra comercial de marcas que se están relacionado con el evento, y otras que se están exponiendo para prepararse para el futuro. Es el caso de la marca líder de alimentos en Brasil, SEARA, quien patrocina a la Selección carioca y no dudemos que están allanando el camino para el Mundial 2014.
La información llega, en cada momento, a cada lugar, alguna llega burda, otra más depurada y esto repercute en que el aficionado tiene más opciones para informarse, desde las oficiales y tradicionales, hasta los nuevos medios que ejercen su influencia: tv online, blogs, twitter y facebook.